Teresa Muñoz Pérez
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“Merece la pena ayudar a crear conciencia sobre las muchas posibilidades que tenemos en la vida”
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Teresa Muñoz Pérez trabaja como orientadora del IES Valle del Sol desde hace más de diez años. A lo largo de las distintas etapas que ha vivido en la docencia, siempre le ha caracterizado una especial sensibilidad con los más desfavorecidos. Por su labor compensatoria en temas de desigualdades sociales a través de la Educación, Teresa ha recibido el Reconocimiento al Mérito Educativo 2010 en la provincia de Málaga, impulsado por la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía.
1. ¿Cómo y dónde comenzó su andadura en la educación?
Realmente mi vida siempre ha estado vinculada a la enseñanza pública, tanto como alumna como profesional. Comencé estudiando en una escuela unitaria, en una de las escuelas rurales que puso en funcionamiento en Málaga el cardenal Herrera Oria. Luego pasé a una escuela-hogar en Málaga. Estudié Bachillerato y Magisterio en Badajoz. Siempre he trabajo en pueblos, al principio como maestra en municipios de Extremadura durante cuatro años. Después, pedí la excedencia para estudiar Pedagogía en la Universidad Complutense de Madrid, donde trabajé en el movimiento vecinal en la Barriada Pan Bendito en Carabanchel con jóvenes con problemas de drogadicción. Luego me fui a Ardales; aquí ejercí como maestra durante 8 años, y empecé a colaborar en actividades encaminadas a los derechos humanos y una dedicación especial a temas de la mujer.
2. Después de tantas experiencias, vuelve a su pueblo natal, concretamente al IES Valle del Sol, para impulsar otra forma de ver la educación trabajando en temas de inclusión y compensación de las desigualdades sociales. ¿Qué es lo que destaca del trabajo que realiza en este centro?
Esta etapa es otra de mi vida profesional que se abre cuando pasé a ser orientadora, primero en Cártama, luego en Alozaina, y, en la actualidad, en el IES Valle del Sol, donde llevo más de diez años. De mi trabajo en este centro destaco las actividades del proyecto Escuela Espacio de Paz y del grupo de Mediadores que impulsé a mi llegada al centro. Ambas acciones tienen siempre una especial sensibilidad con los más desfavorecidos, en concreto, con el barrio de Pueblo Nuevo y las alumnas del centro de acogida La Fanega.
3. ¿Cuáles son sus principios pedagógicos?
La inclusividad y la participación. El sistema educativo tiene que habilitar medios y estrategias para acercar e integrar a aquellos que, por motivos sociales y familiares, no se adaptan a la vida y dinámica del centro y al proceso de aprendizaje. Y esta estrategia tiene que ser activa y participativa por parte del alumno. “La educación consiste en hacer personas, no sólo en llenar cabezas”, aseguró la orientadora. Por ese motivo, todos mis proyectos incluyen el sentido compensación de las desigualdades sociales que considero debe tener la educación. Los educadores no podemos olvidar la profunda creencia en la dignidad de cada alumno como persona.
4. Si le piden hacer un balance de su trabajo con los chavales, ¿el resultado sería positivo o negativo?
Sinceramente, en estos temas es muy difícil hacer una valoración. Creo que esta parte de la educación muestra unos resultados palpables a largo plazo. Es necesario trabajar muy duro y de forma constante con los alumnos para conseguir su implicación, pero también es preciso hacer lo mismo con tutores y familiares, con el fin de crear conciencia sobre las muchas posibilidades y recursos que tenemos en la vida y que están ahí, a nuestra disposición. Si conseguimos esa toma de conciencia, el trabajo merece la pena y, por su puesto, tendremos un balance positivo.
5. ¿Cuál es su principal labor con los jóvenes?
Lo fundamental es ayudarles a crear expectativas, a ilusionarse con su propia persona y a que apuesten por ellos mismos. En mis tutorías, siempre les expongo el siguiente ejemplo: Comparo la escultura de David de Miguel Ángel con un trozo de mármol. Les digo que ellos son esa preciosa figura de mármol blanco, sólo que sin tallar. Necesitan creer en ellos mismos, creer que pueden, y poco a poco ir tallando su propia persona.
6. Los expertos aseguran que la educación de hace 20 años ha cambiado mucho con respecto a la de hoy. ¿Cree existe esa diferencia de valores?
No veo la negatividad que circula por ahí en cuanto a la enseñanza de hoy. Hablamos de diferentes etapas y, como es lógico, los métodos también cambian. La educación de nuestros días abarca un sin fin de posibilidades educativas que antes no teníamos. En mi opinión, el problema está en que hay un alto grado de inconsciencia respecto a los recursos que tenemos, lo que deriva en una falta de aspiraciones.
7. ¿Tiene algún proyecto a la vista para el próximo curso?
Si no pasa nada, de aquí a mi jubilación voy a trabajar en dos nuevos proyectos que he puesto en marcha junto a la educadora social del centro, Carmen Cívico. Uno de los proyectos es trabajar en la corriente Aprendizaje-Compromiso, que trata de introducir al alumnado en aportaciones gratuitas a la comunidad. En este sentido, nos hemos puesto en contacto con la delegada de Bienestar Social del Ayuntamiento de Álora, Desirée Cortés, para valorar cuáles con los servicios comunitarios que necesita el municipio y, gracias a la ayuda del Consistorio, poder realizar conjuntamente este proyecto educativo.
El otro proyecto va dirigido a los familiares del alumnado. Lo que pretendemos con esta iniciativa es ofrecer a los padres actividades que les ayuden en su desarrollo personal y como educadores. “Nadie puede ayudar si no se ayuda primero a sí mismo”, concluyó Teresa. Este proyecto se desarrollará una vez a la semana a través de un taller que impartirá una psicoterapeuta.
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22/06/2010. GABINETE DE PRENSA. AYUNTAMIENTO DE ÁLORA
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